Comienza el round.
Puños en los pómulos.
juego de pies.
y voy estudiando tus movimientos.
Tu sonrisa fue el jab inicial
al que supe responder con naturalidad.
No conforme... siguieron golpes cortos
de amabilidad y ternura
que sabías altenar con distancia.
Hasta el momento sólo atiné a aguantar
procurando estar bien plantada,
y lista cuando vi la oportunidad,
a propinarte también mis golpes.
Incluso aguanté, y me sobrepuse,
al uppercut de tus abrazos
que aunque intensos y frecuentes,
por un momento cesaron...
Marcaste distancia
con frases que producen celos,
y con recuerdos de peleas anteriores
que me aflojaron por un rato.
¡Grave error!
Pensándote lejos bajé la guardia
y fue cuando me diste con tu entrega,
un gancho directo al corazón.
Trastabillé...
y quedé a tu merced
sin fuerzas para defenderme,
esperando el golpe del knock-out...
...Que nunca diste,
para que no acabe
el juego...
Ma. Inés.-*-
